29 de mayo de 2025
Aunque suele pasar desapercibida, la correa de distribución es uno de los componentes más críticos del motor. Su rotura puede provocar daños irreversibles y costos altísimos en la reparación. ¿Cada cuántos kilómetros se cambia? ¿Qué pasa si se rompe? En esta nota te contamos todo lo que tenés que saber para no fundir el motor por un descuido.
La correa de distribución es responsable de sincronizar el cigüeñal y el árbol de levas, es decir, coordina el movimiento de los pistones y válvulas para que el motor funcione correctamente. En palabras simples, es el "maestro de orquesta" del motor.
Aunque no está a la vista ni se revisa con frecuencia, su rotura puede causar un daño catastrófico, especialmente en los motores de interferencia, que son la mayoría de los autos actuales. En estos casos, si la correa se corta, los pistones pueden golpear las válvulas, doblándolas o incluso rompiendo el motor por completo.
Según los fabricantes, el cambio preventivo de la correa se debe hacer cada 60.000 kilómetros o cinco años, lo que ocurra primero. Algunos modelos modernos pueden tener correas más duraderas, pero siempre hay que seguir el plan de mantenimiento del manual del auto.
"El mayor peligro es que esta pieza no avisa antes de romperse. Por eso, cambiarla a tiempo no es una opción: es una necesidad", advierten mecánicos especializados.
Además, si el auto circula habitualmente en zonas de mucho calor, humedad o con polvo en el ambiente, se recomienda adelantar el cambio.
Lo ideal es hacer un reemplazo completo del kit de distribución, que incluye:
Correa de distribución
Tensor
Poleas
Bomba de agua (si está impulsada por la correa)
Esto ahorra mano de obra a futuro y evita tener que abrir el motor nuevamente poco tiempo después.
Si la correa se rompe en marcha, el daño puede requerir reconstruir o cambiar el motor completo. No se trata de un gasto menor, sino de una inversión en confiabilidad. En talleres argentinos, un reemplazo de motor puede costar fácilmente más de $2.000.000 (precio estimado al 2025).
Por eso, no subestimes este componente. Cambiar la correa de distribución a tiempo puede salvarte de una factura enorme y de quedarte sin auto.
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