Citroën Basalt: ¿el SUV "coupé" que no convence?

Citroën apuesta fuerte al mercado regional con el nuevo Basalt, un modelo fabricado sobre la plataforma CMP que comparte con el C3 y el C3 Aircross. En lugar de mantener el nombre de familia, la marca francesa eligió revivir una denominación histórica (GS Basalte), para marcar distancia con sus hermanos más económicos. Sin embargo, más allá del diseño moderno y un gran baúl, este crossover fastback parece priorizar la forma sobre el fondo.

Diseño atractivo, pero solo por fuera

En tiempos donde todo tiene que parecer un SUV, Citroën decidió seguir la tendencia de los fastback o "SUV coupé", aunque el Basalt no es ni una cosa ni la otra. Tiene cuatro puertas, despeje elevado y una silueta que mezcla sedán con crossover, más que una coupé tradicional.

El frente sigue el lenguaje de diseño del C3 Aircross, con guardabarros ensanchados, nervaduras marcadas y ópticas traseras en dos niveles. Pero el remate trasero inclinado, si bien aporta estilo, no suma demasiado en términos prácticos. A favor, el portón permite un acceso mucho más cómodo al inmenso baúl de 490 litros.

Interior con sabor a poco

Adentro, el Basalt muestra sus limitaciones. Aunque hereda elementos decorativos del Aircross, como insertos símil cuero y detalles en negro piano, los plásticos son duros y evidencian el enfoque de bajo costo. A su favor, se destaca la buena habitabilidad trasera y la cantidad de portaobjetos, aunque detalles como los controles de levantavidrios centrales y el encendido del control crucero escondido en un rincón del tablero confirman su ADN francés.

Equipamiento y seguridad: lo justo y necesario

La versión Shine First Edition incluye climatizador, control de crucero, cámara trasera, tapizados mixtos y una pantalla de 7 pulgadas. Pero no hay ni sensores delanteros, ni sistema de frenado autónomo, ni control de carril. En seguridad, cumple con lo mínimo que exige la ley argentina: doble airbag, ABS, ISOFIX y frenos traseros a tambor, más un par de airbags laterales.

Motor turbo moderno, pero tragón

El motor 1.0 turbo de tres cilindros (T200) entrega 120 CV y 200 Nm, acoplado a una caja CVT. Si bien sorprende por su empuje -similar al de un 2.0 atmosférico-, el consumo no es su punto fuerte:

• 10,7 L/100 km en ciudad

• 8 L/100 km a 120 km/h

Con un tanque de solo 47 litros, la autonomía es limitada. A eso se suma una dirección con poco feedback, frenos mejorables y un asiento que no termina de acomodarse del todo bien.

¿Sirve como familiar? Sí. ¿Vale lo que cuesta? Dudoso.

El Basalt cumple como opción familiar por su espacio interior y baúl, pero queda corto en refinamiento, calidad percibida y tecnología. Si sos un usuario tradicional de Citroën, acostumbrado al confort y originalidad de modelos como el C4 Lounge, este nuevo producto te va a parecer una gran decepción.

Citroën está apostando fuerte a captar nuevos clientes con productos accesibles, pero en el camino perdió parte de la esencia que la diferenciaba. El Basalt es prueba de eso: un modelo práctico, moderno en apariencia, pero sin alma ni detalles que lo hagan destacar entre rivales como el Fiat Fastback o el Renault Stepway.

Ficha técnica resumida del Citroën Basalt Shine T200

• Motor: 1.0L turbo 3 cilindros, 120 CV y 200 Nm

• Caja: CVT con modo secuencial

• Consumo urbano: 10,7 L/100 km

• Consumo en ruta (120 km/h): 8 L/100 km

• Baúl: 490 litros

• Seguridad: 4 airbags, frenos traseros a tambor, sin ADAS

• Plataforma: CMP (como el 208)

• Auxilio: temporal

• Precio estimado: a confirmar según versión y lanzamiento local

Conclusión

El Citroën Basalt no es un mal auto, pero tampoco es un gran auto. Cumple con lo básico, ofrece buena habitabilidad y un baúl inmenso, pero falla en refinamiento, calidad general y consumo. Si buscás diseño y espacio, puede ser una opción. Si buscás eficiencia, tecnología y seguridad, hay mejores alternativas en el segmento.