El furor por la Honda de Schumacher en la subasta de RM Sotheby's

La pasión por Michael Schumacher no entiende de límites ni de ruedas. En una subasta online organizada por RM Sotheby's en Alemania, la Honda CBR1000RR Fireblade SC59 de 2010 que perteneció al piloto alemán alcanzó los 64.800 euros, casi el doble de la estimación inicial, que rondaba entre 25.000 y 35.000 euros.

Este modelo, preparado para pista por Holzhauer Racing Performance (HRP), formó parte de la etapa de Schumacher como piloto amateur de motociclismo, antes de su regreso a la Fórmula 1 con Mercedes en 2010.

"No es solo una superbike, es un pedazo de la historia de Schumacher", destacaron desde la casa de subastas.

Modificaciones exclusivas para el "Kaiser"

Lejos de ser una Fireblade estándar, esta unidad fue adaptada con especificaciones de competición:

• ECU de carreras con gestión de tracción, potencia y derrape.

• Sistema de cambio rápido y escape Akrapovi?.

• Airbox especial y carrocería de carbono con diseño personalizado en rojo y dorsal "77".

• Sistema de refrigeración mejorado y radiador de aceite.

• Manillar modificado para el estilo de conducción de Schumacher.

La moto no está homologada para uso en calle y acumula 3.752 km, aunque necesitará una revisión completa antes de volver a pista.

Un paquete para fanáticos y coleccionistas

El comprador no solo se llevó la Honda. El lote incluía:

• Casco Schuberth firmado por Schumacher.

• Guantes de carrera autografiados.

• Funda personalizada.

Estos artículos formaron parte de una colección de más de 300 piezas vinculadas a leyendas de la F1, expuestas durante el Concurso de Elegancia de Alemania, en Gut Kaltenbrunn, Tegernsee.

Potencia japonesa, historia alemana

De fábrica, la CBR1000RR Fireblade SC59 monta un motor 999 cc, DOHC, 4 tiempos, refrigerado por líquido, con 178 CV a 12.000 rpm y 112 Nm a 8.500 rpm, acoplado a una caja de seis velocidades.

Más allá de la mecánica, el verdadero valor de esta moto reside en su origen y en la conexión directa con la vida del siete veces campeón del mundo. Un símbolo de la velocidad que ahora descansa en manos de un nuevo dueño, quien decidirá si sigue siendo una joya de colección... o si vuelve a rugir en los circuitos.