Ford apuesta por un Mustang híbrido sin perder su ADN deportivo

El Mustang, uno de los modelos más emblemáticos del mundo, podría dar un giro histórico. Según filtraciones surgidas en Estados Unidos, Ford está desarrollando un tren motriz híbrido para su icónico pony car, que llegaría al mercado antes de 2030 como parte del ambicioso plan de electrificación global de la marca.

Este proyecto no es completamente nuevo. Ya en 2017, Ford había anunciado una inversión de 700 millones de dólares en la planta de Flat Rock (Michigan) para producir un Mustang V8 híbrido con lanzamiento previsto para 2020. Aquella iniciativa no prosperó, pero la idea nunca fue descartada y hoy vuelve a tomar fuerza con un prototipo denominado internamente "S650E", actualmente en la etapa de "Technology Prove-Out", donde se evalúa la integración de la electrificación en el mítico muscle car.

"No veremos un Mustang 100% eléctrico a corto plazo, pero sí hay espacio para una variante electrificada que mantenga el espíritu deportivo", había adelantado Jim Farley, CEO de Ford, en agosto de 2023.

Electrificación sin renunciar al V8

Uno de los grandes interrogantes gira en torno a qué configuración híbrida elegirá Ford. Por ahora no hay datos oficiales sobre potencia, autonomía eléctrica o consumo, pero todo indica que el clásico motor V8 se mantendría, complementado por uno o más motores eléctricos que aportarían un extra de potencia y eficiencia.

Esta fórmula no solo mejoraría las prestaciones, sino que también ayudaría a Ford a cumplir con las futuras normativas de emisiones sin sacrificar el carácter del Mustang. Además, las declaraciones más recientes de Farley, en agosto de 2024, confirman que el área de Ford Performance (ahora Ford Racing) ya trabaja activamente en trenes motrices híbridos para futuros modelos deportivos.

Una estrategia a largo plazo

La llegada del Mustang híbrido también responde a un objetivo mayor: Ford planea ofrecer versiones híbridas de todos sus modelos para 2030, y su ícono no será la excepción. Sin embargo, la decisión final sobre cuándo llegará al mercado dependerá en parte del contexto regulatorio. En EE.UU., la reciente desaceleración en las normativas de emisiones y consumo le da a la marca más margen de maniobra para ajustar los plazos y el desarrollo técnico.

Mientras tanto, los fanáticos del modelo deberán armarse de paciencia. Todo apunta a que el Mustang híbrido será una realidad en la segunda mitad de la década, combinando lo mejor de dos mundos: el rugido del V8 con la eficiencia de la propulsión eléctrica.