24 de octubre de 2025
Desde Ford hasta Stellantis, muchos fabricantes adoptaron motores con correa húmeda o bañada en aceite como alternativa moderna a las tradicionales correas secas o cadenas de distribución. Sin embargo, este sistema, pensado para reducir el ruido y extender la vida útil del motor, terminó generando fallas graves y costos de reparación altísimos. En esta nota, te explicamos cómo funciona, qué modelos la utilizan en la Argentina y cómo evitar daños.
El sistema de correa húmeda nació en 2007, cuando Ford incorporó por primera vez este tipo de distribución en el motor 1.8 TDCi de los Focus y Mondeo.
A diferencia de las correas tradicionales, la correa húmeda trabaja sumergida en aceite, lo que teóricamente reduce el ruido, las vibraciones y el desgaste, alargando su vida útil.
La propuesta fue tan atractiva que otras automotrices -como Volkswagen, Audi, Toyota y el ex Grupo PSA (hoy Stellantis)- adoptaron este sistema en varios de sus motores.
Con el paso del tiempo, este tipo de correa comenzó a mostrar problemas de durabilidad. El caso más resonante fue el de los motores 1.2 PureTech del Grupo PSA, que fueron premiados como "Motor del Año" pero terminaron bajo la lupa por su falla crónica en la correa.
El inconveniente surge porque la correa se degrada con el tiempo, especialmente cuando el aceite se contamina con combustible. Esto genera dos consecuencias graves:
La correa dura mucho menos de lo esperado.
Los restos de goma contaminan el aceite y obstruyen la bomba o el filtro, afectando la lubricación del motor.
En el peor escenario, la correa puede cortarse o bloquear el paso de aceite, provocando una rotura total del motor.

En el mercado argentino, existen varios vehículos que incorporan este tipo de sistema de distribución:
Ford: motores 1.5 "Dragon" (Ka, EcoSport).
Chevrolet: motores 1.0 y 1.2, con o sin turbo (Onix, Tracker, Montana).
Ford Ranger: motores 2.0 TD y Bi-TD de nueva generación.
En el caso de Stellantis, el problema afecta principalmente al 1.2 PureTech, aunque la marca aclaró que el 1.6 THP utiliza cadena de distribución, y que los motores 1.0 turbo GSE/T200 (como los de Peugeot 208, 2008, Citroën C3, FIAT Pulse y Fastback) también tienen cadena, sin riesgo de este tipo de fallas.

En Europa, Stellantis reconoció oficialmente los inconvenientes con los motores 1.2 PureTech y ofrece garantía extendida para los vehículos afectados. Además, las nuevas versiones híbridas del mismo motor ya reemplazaron la correa húmeda por una cadena metálica, eliminando el problema de raíz.
Si tu auto equipa este tipo de motor, el mantenimiento es clave para evitar problemas costosos. Seguí estos cinco consejos básicos:
Respetá los intervalos de mantenimiento indicados por el fabricante.
Cambiá el aceite y el filtro con frecuencia, incluso antes de lo recomendado.
Usá siempre el lubricante homologado por la marca.
Revisá periódicamente el nivel y la calidad del aceite.
Consultá con un mecánico especializado si notás ruidos, pérdida de potencia o cualquier irregularidad.
El cumplimiento estricto de estos puntos puede marcar la diferencia entre un motor confiable y una reparación de cientos de miles de pesos.
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.

Edición Nº 1928 correspondiente al día 26/10/2025 Domicilio comercial: Av corrientes 1464, Oficina 901, CABA | Tel: 11 31 839 388