28 de noviembre de 2025
Manejar bajo lluvia intensa es una de las situaciones más riesgosas para cualquier conductor. La visibilidad se reduce, aumenta la distancia de frenado y el vehículo puede perder adherencia. Además, fenómenos como granizo, tormentas eléctricas, calles inundadas o el temido aquaplaning pueden generar situaciones límite. En esta guía especializada, elaborada con enfoque en el contexto argentino, te explicamos cómo preparar el auto, qué medidas tomar antes de salir y cómo actuar durante la conducción para minimizar riesgos y evitar accidentes.
Antes de salir, si el clima es extremo, lo ideal es evitar circular. Pero si es inevitable, seguí estos pasos:
Verificá el estado de los limpiaparabrisas (gomas sin desgaste).
Revisá la profundidad del dibujo de los neumáticos (mínimo legal 1,6 mm, recomendado más de 3 mm).
Probá el aire acondicionado y desempañador para asegurar una buena visibilidad.
Asegurate de que los frenos respondan correctamente.
Controlá todas las luces, especialmente los rompenieblas delanteros y traseros.
Si tus espejos no tienen sistema antiempañante, existen líquidos específicos.
Juan Carlos Salvatierra, especialista en seguridad vial, afirma:
"El mantenimiento preventivo, sobre todo en neumáticos, frenos y limpiaparabrisas, reduce hasta un 70 % las posibilidades de accidente con lluvia".

Una vez en marcha, la clave es anticipación y suavidad en todas las maniobras.
Aumentá la distancia con el vehículo de adelante ( mínimo 3 segundos).
Señalizá con luces intermitentes con mayor anticipación.
Evitá baches y charcos si no podés evaluar su profundidad.
Si llueve torrencialmente o graniza: estacioná en un lugar seguro, sin obstaculizar la circulación, y activá las balizas.
No aceleres bruscamente ni circules rápido.
Evitá luces altas (rebotan en el agua y encandilan).
No subas demasiado el volumen del estéreo para mantener la percepción auditiva.
Respecto al uso de rompenieblas:
Solo deben utilizarse en situaciones de lluvia intensa o niebla. Usarlos de forma injustificada puede encandilar y generar confusión en otros conductores, lo que está tipificado como infracción.

Si no hay alternativa y debés atravesar una zona con agua:
Si el nivel supera la mitad de la rueda, detenete y apagá el motor.
Avanzá en primera, lentamente, manteniendo el motor revolucionado.
No realices maniobras violentas.
Mantené distancia con otros autos y frená suave y anticipadamente.
Nunca uses punto muerto.
Si el vehículo se detiene por ingreso de agua no intentes arrancarlo. Llamá a tu aseguradora o asistencia mecánica.
Si la situación es extrema, y corrés riesgos: abandoná el auto y buscá un lugar seguro. La prioridad es tu vida.

La probabilidad de que un rayo impacte directamente sobre un vehículo es baja, pero posible.
Circulá lejos de árboles o estructuras metálicas.
Mantené ventanas cerradas.
No toques superficies metálicas en contacto con el exterior.
El auto funciona como jaula de Faraday, por lo que, en la mayoría de los casos, los ocupantes están protegidos.

Cuando los neumáticos no logran evacuar el agua, el auto "flota" sobre la calzada y pierde tracción. Es una de las causas más comunes de siniestros en ruta con lluvia.
Qué hacer:
Mantené la calma.
Soltá suavemente el acelerador.
No frenes bruscamente.
En rectas, mantené la dirección con firmeza.
En curvas, evitá girar de golpe.
La correcta presión y el buen estado de los neumáticos pueden evitar gran parte de estas situaciones.

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