Ford y Renault vuelven a asociarse

La industria automotriz volvió a sorprender con un anuncio que, si bien estaba en el radar, marca un giro en la estrategia europea de ambas compañías. Ford y Renault Group firmaron un acuerdo para desarrollar y fabricar vehículos en conjunto, tanto para el segmento de pasajeros como para el de comerciales ligeros.

La presentación estuvo a cargo de Jim Farley, CEO de Ford, y François Provost, CEO de Renault Group. Según adelantaron ambas empresas, la colaboración se concentrará exclusivamente en Europa, sin planes inmediatos para América Latina.

Nuevos eléctricos Ford basados en la plataforma Ampere

El eje del acuerdo está puesto en la electrificación. Las compañías confirmaron el desarrollo de dos nuevos modelos eléctricos Ford, construidos sobre la plataforma Ampere, la unidad de vehículos eléctricos del Grupo Renault.

Estos productos:

• serán diseñados por Ford,

• desarrollados junto a Renault,

• y fabricados en el polo industrial ElectriCity, en el norte de Francia.

La producción europea será clave para que Ford acelere su transición eléctrica en un mercado donde compite de frente con marcas asiáticas y europeas que ya están varios pasos adelante. El primero de estos modelos llegará a los concesionarios europeos a comienzos de 2028.

ADN Ford, ingeniería compartida

Más allá de la base técnica común, Ford aseguró que los vehículos mantendrán su "dinámica de manejo distintiva", apuntando a diferenciarse en comportamiento y experiencia de usuario. Para la marca estadounidense, esta nueva familia será el puntapié de una ofensiva renovada de productos eléctricos en Europa, un terreno donde hoy su line-up es limitado frente a competidores directos.

Un capítulo aparte: los vehículos comerciales

Además del desarrollo de autos eléctricos, ambas compañías firmaron una Carta de Intención (LOI) para explorar la producción conjunta de vehículos comerciales ligeros. La idea es avanzar en utilitarios de tamaño compacto y mediano con versiones para ambos fabricantes.

Este punto es estratégico: Ford es líder global en utilitarios con productos como Transit, mientras Renault domina en Europa con Kangoo y Trafic. La sinergia permitiría reducir costos y acelerar tiempos de lanzamiento.

Impacto en América Latina y Argentina

Aunque la alianza genera expectativas en el sector, fuentes cercanas al proyecto aclararon que no habrá efectos inmediatos en Argentina ni en el resto de la región. Las plantas de ambos grupos en Sudamérica seguirán sus programas actuales y no adoptarán estas plataformas por ahora.

Para mercados como el argentino, donde los autos eléctricos aún tienen una presencia marginal, la decisión es lógica: los volúmenes necesarios para justificar inversiones de este tipo todavía están lejos.

Lectura crítica: ¿por qué ahora sí podría funcionar?

En el pasado, Ford terminó distanciándose de Volkswagen tras inconsistencias en los planes regionales, mientras Renault vivió tensiones con Nissan que derivaron en una reformulación global de la alianza. Esta vez, ambas marcas parecen buscar algo más puntual y pragmático:

• Compartir costos de electrificación, la parte más pesada de la industria hoy.

• Cumplir con regulaciones europeas cada vez más estrictas.

• Asegurar producción dentro de la UE frente a la presión china.

Es una alianza más acotada, más técnica y menos política. Por eso, tiene más posibilidades de éxito.