15 de diciembre de 2025
Con la llegada del calor y el inicio de la temporada de vacaciones, miles de motociclistas salen a la ruta en todo el país. Para reducir riesgos y mejorar la seguridad, la Comisión de Seguridad Vial de CAFAM recomienda una serie de controles básicos que permiten viajar más tranquilo, cuidar la mecánica y evitar problemas en pleno viaje.
El verano pone a prueba tanto al motociclista como a la moto. Las altas temperaturas, el asfalto caliente y las largas distancias aumentan el desgaste de componentes clave como neumáticos, frenos y lubricantes. Un control preventivo no solo mejora la seguridad, sino que también evita gastos imprevistos y fallas mecánicas lejos de casa.
Desde CAFAM proponen una guía simple de recordar: TCLOCK, un acrónimo que resume los seis puntos esenciales que toda moto debería tener en condiciones antes de salir a la ruta.
Los neumáticos son fundamentales para la estabilidad y el frenado. Antes de viajar, es importante verificar que la banda de rodadura tenga profundidad suficiente y que no presente desgaste irregular. También hay que revisar que no haya objetos incrustados, deformaciones o protuberancias.
La presión debe controlarse siempre con los neumáticos en frío, respetando los valores indicados por el fabricante, que suelen estar en el cubrecadena o en el manual. Una presión incorrecta afecta el consumo, el agarre y la seguridad.

El sistema de frenos debe estar en perfecto estado. Es clave revisar el nivel del líquido, el desgaste de las pastillas y comprobar que ambos frenos puedan inmovilizar la moto correctamente.
Además, hay que inspeccionar cables y mangueras, asegurándose de que no estén doblados, resecos ni presenten fugas. El acelerador debe moverse con suavidad y volver a su posición sin esfuerzo.

Ver y ser visto es esencial, especialmente en viajes largos. Todas las luces deben funcionar correctamente, incluidas las intermitentes y la luz de freno. También es recomendable chequear el estado de la batería, con terminales limpios y bien ajustados.
La correcta orientación del faro delantero mejora la visibilidad nocturna y evita encandilar a otros conductores. Los espejos deben regularse desde la posición de manejo para asegurar un buen campo visual.

Con altas temperaturas, el aceite cumple un rol todavía más importante. Se recomienda verificar el nivel con la moto fría y sobre una superficie nivelada, además de revisar que no existan pérdidas.
El cambio de aceite debe respetar los intervalos del manual, y en caso de circular por caminos de tierra, es clave controlar el estado del filtro de aire, ya que el polvo acelera el desgaste del motor.

En motos con transmisión por cadena, su mantenimiento es fundamental. Hay que controlar la tensión según especificaciones del fabricante y lubricarla con aceite adecuado para transmisión.
También conviene revisar el estado de la corona y el piñón, ya que un desgaste excesivo puede generar ruidos, vibraciones y pérdida de eficiencia.

El caballete central y el lateral deben estar firmes, sin grietas ni deformaciones. Los resortes tienen que mantener la tensión correcta y asegurar que el soporte quede bien recogido durante la marcha.
Una falla en este punto puede parecer menor, pero puede provocar caídas al estacionar o incluso durante la conducción.

Preparar la moto antes del verano no lleva demasiado tiempo y puede marcar la diferencia entre un viaje placentero y un problema serio en la ruta. Seguir estos seis controles básicos permite circular más seguro, cuidar la mecánica y disfrutar del camino con mayor tranquilidad.
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