El contexto del segmento: espacio sí, pero con concesiones

La demanda de SUV grandes está lejos de la de los compactos o medianos, pero su utilidad es incuestionable para quienes necesitan mover a seis, siete u ocho personas con cierta regularidad. El punto crítico está en la tercera fila: en los modelos más accesibles suele ser ocasional, pensada para chicos o trayectos cortos, y no siempre justifica el sobreprecio.

Con valores todavía elevados en Estados Unidos, el umbral psicológico ronda los 40.000 dólares. Por debajo de esa cifra aparecen las opciones más interesantes, aunque con diferencias claras en enfoque, calidad percibida y habitabilidad real.

Mitsubishi Outlander: el más barato, pero también el más justo

Con un precio inicial de 31.140 dólares, el Mitsubishi Outlander es hoy el SUV de tres filas más barato del mercado estadounidense. Mide 4.720 mm de largo y tiene una distancia entre ejes de 2.700 mm, lo que ya anticipa el principal compromiso: la tercera fila es claramente ocasional.

A favor, ofrece un diseño moderno, buen nivel de equipamiento de serie y la posibilidad de contar con tracción integral S-AWC, algo poco habitual en este rango de precios. En contra, no es un referente en ventas ni en imagen de marca dentro del segmento, y su tercera fila cumple más como recurso de emergencia que como solución cotidiana.

Kia Sorento: equilibrio general sin estridencias

El Kia Sorento, desde 33.635 dólares, es uno de los modelos más balanceados del grupo. Con siete plazas, un sistema de infoentretenimiento actualizado y una gama mecánica eficiente, logra un buen compromiso entre tamaño y funcionalidad.

Sus dimensiones (4.810 mm de largo y 2.810 mm de entre ejes) permiten un interior bien aprovechado sin volverse torpe en ciudad. No es el más grande ni el más potente, pero sí uno de los más racionales para familias que necesitan espacio extra sin subir de categoría.

Hyundai Santa Fe: tres filas en formato contenido

El Hyundai Santa Fe arranca en 36.400 dólares y propone una fórmula particular: tres filas en un tamaño más compacto de lo que sugiere el segmento. Con 4.830 mm de largo y 2.815 mm entre ejes, ofrece un espacio correcto, aunque sin sobrantes.

No tiene el peso histórico de otros SUV medianos globales, pero compensa con una buena calidad general, confort de marcha y una tercera fila usable con expectativas realistas. Es una opción lógica para quien prioriza equilibrio antes que capacidad máxima.

Ford Explorer: más caro, pero más utilizable

En el cuarto lugar aparece el Ford Explorer, con un precio de 40.160 dólares. Es más caro que los anteriores, pero también juega en otra liga en cuanto a tamaño, potencia y aprovechamiento de la tercera fila.

Su renovación está próxima, pero aun así sigue siendo una referencia histórica del segmento. La fila trasera es más apta para adultos y su enfoque apunta a usuarios que necesitan espacio real y mejores prestaciones, incluso para remolque o viajes largos.

Volkswagen Atlas: el más grande y familiar del grupo

El Volkswagen Atlas, desde 40.785 dólares, cierra el ranking como el más caro entre los accesibles, pero también como el más espacioso. Con más de 5.100 mm de largo y casi 3.000 mm de distancia entre ejes, es uno de los pocos donde la tercera fila puede usarse sin resignaciones extremas.

Su enfoque es claramente familiar, con buen equilibrio general, materiales de calidad y una habitabilidad superior. No es barato, pero su relación costo-espacio es coherente para quien realmente necesita siete plazas utilizables.

No todos los SUV de tres filas son iguales

Estos cinco modelos dejan en claro que acceder a un SUV de tres filas sin pagar precios premium es posible, aunque con concesiones. La clave está en el uso real: si la tercera fila será ocasional, opciones como Outlander, Sorento o Santa Fe cumplen. Si se necesita espacio frecuente para adultos, Explorer y Atlas justifican el salto de precio.