Calentar el motor: ¿mito viejo o hábito necesario?

Durante años, esperar unos minutos antes de salir era casi una regla obligatoria para todo conductor. Pero con el paso del tiempo y la evolución de los sistemas de alimentación de combustible, esa costumbre quedó relegada a un grupo muy específico de vehículos.

La gran mayoría de los autos actuales no necesitan ser calentados antes de arrancar, aunque en algunos casos particulares todavía conviene hacerlo.

Carburador vs. Inyección: la clave está en la tecnología

La distinción más importante a tener en cuenta es el tipo de sistema de alimentación que tenga el motor.

• Autos con carburador:
  Esta tecnología, que dominó el parque automotor hasta los años '90, requiere calentar el motor antes de emprender la marcha. El carburador mezcla aire y combustible sin regulación electrónica, por lo que en frío funciona de manera ineficiente hasta alcanzar la temperatura ideal.

• Autos con inyección electrónica:
  A partir del año 2000, la mayoría de los autos nuevos incorporaron sistemas de inyección controlada por computadora (ECU). Este sistema ajusta la mezcla aire-combustible en tiempo real, incluso con el motor frío, lo que elimina la necesidad de calentarlo previamente. Eso sí: se recomienda evitar aceleraciones bruscas durante los primeros minutos.

¿Y qué pasa con los motores turbo?

Si tu auto moderno tiene motor turbo, hay una recomendación especial: esperar entre 30 segundos y un minuto antes de comenzar a rodar. ¿La razón? El turbo necesita que todo el circuito esté bien lubricado antes de trabajar bajo carga. Esto protege al sistema y mejora su durabilidad.

De la misma manera, antes de apagar el motor, conviene dejarlo encendido unos segundos, especialmente si venís de un trayecto exigente.

"El turbo necesita que el aceite circule bien antes de exigirlo. Es como dejar calentar una pava antes de que hierva", explican desde talleres especializados en mantenimiento preventivo.

Recomendaciones para el arranque en frío

Incluso en autos modernos, tener buenos hábitos al arrancar ayuda a alargar la vida útil del motor:

No superar las 2.000 rpm en los primeros minutos.
Acelerar de forma suave hasta que el motor esté en temperatura.
Evitar trayectos muy cortos si se puede, ya que en frío el consumo es mayor.