Luces antiniebla: del símbolo de lujo a la extinción

Durante décadas, las luces antiniebla delanteras fueron sinónimo de equipamiento premium. Introducidas en 1930 por Bosch, se convirtieron en un elemento clave para mejorar la visibilidad en situaciones climáticas adversas como niebla, lluvia intensa o neblina. Su haz de luz potente y bajo apuntaba al pavimento para evitar el rebote de la luz en partículas de humedad. De hecho, por mucho tiempo se utilizaban con luz amarilla, ya que ofrecía mejor penetración en la niebla.

Pero con el paso del tiempo y la evolución tecnológica, su función comenzó a ser reemplazada.

¿Por qué ya no traen luces antiniebla delanteras?

En modelos recientes como el Volkswagen Taos, el BMW Serie 3 o el DS 7 E-Tense, las luces antiniebla delanteras ya no están presentes. ¿La razón? Estos vehículos incorporan avanzados sistemas de iluminación que integran o directamente superan la función de los antiguos rompenieblas.

Volkswagen, por ejemplo, introdujo el sistema IQ.Light, un conjunto de luces LED adaptativas de alto alcance que, según la marca, elimina la necesidad de incorporar antinieblas. Esta tecnología se expandió a modelos como el T-Cross, Nivus y Tera.

BMW y Volvo también eliminaron los rompenieblas en favor de sus potentes luces láser y LED Matrix, con mayor cobertura y capacidad de adaptación al entorno.

En el caso de DS Automobiles, las ópticas "DS Active LED Vision" y "DS Pixel LED Vision 3.0" combinan diseño y funcionalidad, adaptando el haz de luz de manera automática según las condiciones del camino.

"Estas tecnologías no solo iluminan más y mejor, sino que pueden adaptar el haz en tiempo real, incluyendo funciones como la de los antiguos rompenieblas", destacan desde Volkswagen.

¿Y los rompenieblas traseros?

Algunos autos actuales aún mantienen los rompenieblas traseros, aunque no haya delanteros. Esto responde a normativas de ciertos países donde es obligatorio tener luz trasera antiniebla, pero no así la delantera. En Argentina, ninguna de las dos es obligatoria por ley, por lo que su presencia depende del criterio de cada automotriz.

El impacto en el diseño: ¿ganancia o pérdida?

Más allá de lo funcional, la eliminación de las antinieblas también genera cambios visuales.

• Volkswagen reemplazó el hueco clásico de los rompenieblas por apliques plásticos que simulan tomas de aire.

• BMW adoptó un diseño más limpio y minimalista, eliminando entradas de aire innecesarias.

• DS, en cambio, integró nuevas luces DRL LED en la zona donde antes iban los rompenieblas.

Este rediseño responde al nuevo lenguaje estético de las marcas, pero para muchos amantes del diseño clásico, la falta de esas luces representa una pérdida visual.

¿Acierto técnico o pérdida estética?

Mientras que tecnológicamente es un avance contar con sistemas de iluminación más potentes e inteligentes, para los nostálgicos, los antinieblas eran un toque distintivo de versiones deportivas o de alta gama. Hoy, esa distinción desaparece en favor de una estética más limpia y una tecnología más eficiente.