25 de julio de 2025
BMW presenta la X3 M50 xDrive 2025, una SUV con alma deportiva y un seis cilindros excepcional. Aunque el diseño polémico y una digitalización excesiva le juegan en contra, esta nueva generación encuentra su punto fuerte en el equilibrio entre performance y confort diario. ¿Justifican los USD 137.900 su compra? En un segmento sin rivales directos, quizá sí. Pero no sin críticas: botones táctiles inútiles, ausencias impensadas en el equipamiento y una experiencia de usuario frustrante que podría espantar incluso al más fiel fanático de la marca.
A simple vista, la nueva X3 M50 puede parecer un pastiche moderno. El rediseño la aleja por completo de aquella primera X3 casi simpática de comienzos de los 2000. Esta cuarta generación (código G45) busca diferenciarse con líneas más afiladas, llantas de 21 pulgadas y una parrilla iluminada que remite más al tuning de Warnes que a un SUV premium alemán.
El color cremita ayuda a disimular sus proporciones (4.75 metros de largo, 1.92 de ancho y 1.66 de alto), y el conjunto general termina convenciendo... con el tiempo. Como muchos BMW recientes, no enamora de entrada, pero engancha. Salvo la parrilla, que sigue siendo un chiste caro.
Adentro, BMW apostó por una digitalización total. Si bien hay detalles destacables, como el excelente volante con botones físicos, el resto de los comandos pasan por pantallas y superficies táctiles que hacen extrañar a los botones de siempre. Literalmente, el cable del celular puede dejar inutilizado el climatizador. No es un chiste, es un problema.
El sistema de usuarios BMW ID es una gran idea mal implementada: si no iniciás sesión, todo lo que hagas (incluido conectar tu teléfono) se borra al apagar el motor. Sumale sliders para abrir las toberas del aire y controles hápticos imprecisos, y tenés una experiencia que frustra incluso a un tester joven y techie.
Lo positivo: materiales de altísima calidad (mejor que Mercedes-Benz hoy), equipamiento abundante -techo panorámico, audio Harman Kardon, suspensión adaptativa, asistentes de conducción- y funciones realmente útiles como el asistente de marcha atrás o la cámara interior. Eso sí: no hay asientos calefaccionados ni ventilados. Inaceptable en un vehículo de casi 140 mil dólares.
El X3 M50 2025 ofrece un paquete de seguridad completo: múltiples airbags (incluido uno central), frenado autónomo, control de punto ciego, luces automáticas, control de presión de neumáticos y más. También incluye Head-Up Display y suspensión regulable electrónicamente. Aún no cuenta con pruebas de choque de EuroNCAP ni LatinNCAP para esta generación.
Acá no hay debate. El seis cilindros B58 de 3.0 litros mild-hybrid es uno de los mejores motores de la última década. Con 398 CV y 580 Nm, entrega fuerza desde abajo y empuja con alegría hasta las 6.250 rpm. La caja automática ZF de 8 marchas -clásico de BMW- es tan rápida y robusta que nadie extrañará una doble embrague.
La tracción integral xDrive reparte la potencia con precisión y le permite acelerar de 0 a 100 en 4.6 segundos. Sí, una SUV con cifras de superauto. El consumo en ciudad ronda los 12 l/100 km y en ruta baja de los 10. Más que razonable para un vehículo de 2.100 kg con este nivel de performance.
Es sorprendente cómo BMW logra que una SUV se sienta como un hatchback deportivo. La X3 M50 tiene un andar sólido, muy poco rolido en curvas y una dirección precisa que transmite confianza. En ciudad absorbe bien las imperfecciones y en ruta viaja con gran estabilidad. ¿Off-road? Ni lo intentes. Esto es un deportivo disfrazado de SUV.
El sistema mild-hybrid no busca ahorrar, sino refinar. Con él, el modo Eco elimina el freno motor para aprovechar el impulso, una estrategia que ayuda en ruta. Además, la insonorización del habitáculo es excelente, incluso sobre empedrados.
Hay detalles ridículos, como el modo "Digital Art", donde el tablero se tiñe de violeta y una voz china narra una colaboración artística. Parece broma, pero es real. Y rompe la ilusión premium.
Con un precio de USD 137.900, la X3 M50 tiene poca competencia directa. La Mercedes-Benz GLC 43 Coupé cuesta más de USD 160.000. El Audi SQ5 ni llegó al país. Un Porsche Macan T vale lo mismo, pero con un 2.0T del Grupo VW que no está a la altura. Incluso dentro de BMW, el M340 xDrive ofrece prestaciones similares por 35 mil menos, aunque en formato sedán y con una plataforma más antigua.
En resumen: si querés una SUV con este nivel de potencia, equipamiento y usabilidad diaria por debajo de los 150 mil dólares, no hay muchas más opciones.
La BMW X3 M50 xDrive 2025 es una SUV deportiva, rápida, bien construida y con uno de los mejores trenes motrices del mercado. Pero BMW parece más enfocado en conquistar al mercado chino con menús innecesarios, modos artísticos absurdos y una interfaz que complica más de lo que resuelve.
¿Vale la pena? Sí, pero a pesar de BMW, no gracias a él. A nivel mecánico, dinamismo y calidad general, está un paso adelante. Pero si la marca bávara no corrige este rumbo de sobretecnologización vacía, va a terminar espantando a sus propios fanáticos.
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