Horner no se resigna a salir del juego

Christian Horner no está dispuesto a aceptar un retiro silencioso. A menos de un año de su salida de Red Bull, el dirigente más influyente de la era moderna de la Fórmula 1 vuelve a aparecer en el radar del paddock con un plan concreto para 2026.

La información fue revelada por el periodista Erik van Haren, de De Telegraaf, una de las fuentes más respetadas del automovilismo europeo. Según el informe, Horner ya piensa en su regreso una vez que finalice su gardening leave, previsto para la primavera europea de 2026.

Y Alpine aparece como el equipo mejor posicionado para hacerlo posible.

Alpine, el terreno fértil para el regreso

De acuerdo con el reporte, Horner mantiene diálogos avanzados con Alpine, respaldado por un grupo de inversores que lo acompaña en esta nueva etapa. No se trata solo de volver a ocupar un cargo deportivo: el británico aspira a algo más profundo.

El objetivo sería combinar poder de gestión con participación accionaria, siguiendo el modelo que Toto Wolff consolidó en Mercedes. Para Horner, el control real de un equipo hoy no pasa solo por el pit wall, sino por el directorio.

Ese enfoque encaja con un Alpine que atraviesa una etapa de redefinición total rumbo a 2026.

Briatore, el nexo clave dentro de Enstone

Dentro de Alpine hay un nombre que explica por qué este escenario es viable: Flavio Briatore. El italiano volvió a tener peso decisivo en la estructura del equipo y hoy actúa como articulador político entre Renault Group y los socios privados.

La relación entre Briatore y Horner es antigua y fluida. Ambos comparten una visión pragmática de la Fórmula 1: resultados, influencia y control. No sorprende que Alpine sea hoy una opción más concreta que otras alternativas que circularon en los últimos meses.

En la F1 actual, las decisiones no se toman solo por rendimiento deportivo. Se toman por equilibrio de poder.

El factor Otro Capital y la ventana accionaria

Alpine pertenece mayoritariamente a Renault Group, pero desde 2023 el 24% del equipo está en manos del consorcio estadounidense Otro Capital. Entre sus inversores figuran nombres de alto perfil como Anthony Joshua, Rory McIlroy y Ryan Reynolds.

Según De Telegraaf, ese paquete accionario estaría en evaluación para una posible venta. Y ahí aparece la oportunidad: Horner y su grupo de inversores podrían ingresar por esa vía, sin necesidad de desplazar a Renault como accionista mayoritario.

Una jugada quirúrgica, típica del paddock moderno.

¿Qué implica esto para Franco Colapinto?

En este contexto aparece inevitablemente el nombre de Franco Colapinto, hoy dentro de la órbita de Alpine. Si Horner desembarca con poder real, no solo cambiaría la conducción política del equipo, sino también los criterios deportivos.

Horner es conocido por apostar fuerte por el talento joven, pero también por exigir resultados inmediatos. Su historial en Red Bull muestra una mezcla de paciencia estratégica y decisiones implacables.

Para Colapinto, un Alpine conducido por Horner podría significar una oportunidad enorme... o una presión inédita. Todo dependerá de cómo se reconfigure el proyecto deportivo y qué lugar ocupe cada piloto en la nueva estructura.