18 de octubre de 2024
Si bien la industria automotriz argentina lleva tiempo sin grandes novedades, este lanzamiento prometía traer frescura y modernidad a un mercado que ha sufrido la falta de modelos completamente nuevos. Pero, ¿realmente está a la altura de las expectativas?
El diseño del nuevo Peugeot 2008, aunque agradable a primera vista, no rompe esquemas. Sigue la línea ya conocida de la marca francesa, con una parrilla agresiva y luces LED estilizadas, pero sin ofrecer un salto notable en comparación con su antecesor o competidores. En un mercado cada vez más competitivo, uno esperaría más innovación visual. El interior, aunque elegante y con buenos materiales, se siente algo anticuado para un modelo que pretende ser el lanzamiento del año.
El motor 1.2 turbo de 130 CV, que equipa a la versión GT T200 CVT que probamos, es otro punto que decepciona. A pesar de lo que se espera de un motor turbo, su respuesta no es tan ágil como debería. En ciudad, el comportamiento es aceptable, pero en ruta la falta de reacción en adelantamientos se hace evidente. Además, la caja CVT, en lugar de potenciar el confort, termina por generar una sensación de elasticidad incómoda y poco precisa.
La suspensión, si bien se ajusta bien a las calles argentinas llenas de baches, no ofrece la estabilidad deseada en curvas pronunciadas o a alta velocidad. Para un vehículo que aspira a competir en el segmento B de SUV, queda en deuda en cuanto a dinamismo y sensación de manejo.
Con un precio de $37.7 millones para la versión tope de gama, uno esperaría un equipamiento de última generación. Sin embargo, el Peugeot 2008 queda corto en comparación con rivales que ofrecen más tecnología y seguridad por precios similares o incluso menores. Si bien cuenta con elementos interesantes como la pantalla táctil de 10 pulgadas y algunos asistentes de conducción, no está a la altura de lo que otros competidores internacionales proponen.
La ausencia de ciertos detalles esperados, como un control crucero adaptativo o un asistente de estacionamiento más avanzado, pone en duda si el 2008 realmente justifica su costo. Además, el espacio trasero, aunque decente, no es lo suficientemente amplio como para destacar frente a otros modelos del segmento.
El Peugeot 2008 (2024) se presenta como el gran lanzamiento del año, pero lo cierto es que deja una sensación de oportunidad perdida. En un mercado que necesita innovación y modelos competitivos, este SUV no logra diferenciarse lo suficiente en diseño, desempeño o equipamiento. A pesar de ser un producto nacional que debería destacarse, no ofrece la experiencia premium que su precio sugiere ni logra deslumbrar en ningún aspecto particular.
Con tanta competencia en el segmento B, este modelo del León parece quedarse en la mediocridad, sin aportar las novedades que el mercado argentino tanto necesita.
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