Un homenaje con nombre propio

El McLaren F1 marcó un antes y un después en la historia del automovilismo. Murray, que hoy enfrenta un cáncer de esófago a sus casi 80 años, decidió dedicar parte de su tratamiento a diseñar un tributo a su obra maestra. El resultado es el S1 LM, un modelo de producción limitadísima que no es un simple "restomod", sino un superdeportivo con identidad propia.

Inspirado en el F1 LM de 1995, creado en apenas cinco unidades para celebrar la victoria en Le Mans, el S1 LM mantiene el espíritu radical de aquel auto: diseño puro, soluciones técnicas extremas y un enfoque sin concesiones a la pista.

Motor V12 y tecnología de competición

El S1 LM se construye sobre el GMA T.50, pero con cambios profundos. Su motor V12 atmosférico desarrollado por Cosworth pasa de 3.9 a 4.3 litros, entregando 690 CV y alcanzando las 12.100 rpm, cifras que lo colocan en la cima de los deportivos modernos sin recurrir a la electrificación.

Entre las mejoras se incluyen:

• Suspensiones más firmes y ligeras.

• Trochas ensanchadas y mejor refrigeración.

• Escape cuádruple en Inconel, con protección en oro de 18 kilates, como en el McLaren F1 original.

Diseño: un guiño directo al F1

Visualmente, el S1 LM recupera elementos que hicieron inmortal al McLaren F1:

• La entrada de aire central.

• Tomas de aire bajo las ruedas traseras.

• La línea diagonal en las puertas.

• La toma de aire en el techo.

• El alerón trasero XXL.

• La zaga con ópticas redondas.

En un gesto purista, Murray eliminó el ventilador trasero del T.50 para asemejarlo aún más al F1 original. Incluso las llantas reproducen el diseño clásico del GTR y LM.

Interior minimalista pero personalizable

El habitáculo es más espartano que el del T.50, aunque permite personalizaciones únicas: desde butacas en cuero blanco hasta tapizados con tartán y detalles clásicos como el pomo de madera. Todo con un enfoque 100% pistero, fiel al espíritu del LM.

Exclusividad absoluta

Solo se producirán 5 unidades del S1 LM, todas ya adquiridas por un único coleccionista cuyo nombre no trascendió. Aunque el precio no se reveló, se estima por encima de los 3,2 millones de dólares, valor del T.50 de serie.