19 de diciembre de 2025
La Fórmula 1 de 2026 promete ser más eficiente, más liviana y más sustentable. También más compleja. Tan compleja que la propia FIA publicó un texto explicativo para aclarar conceptos, modos y sistemas nuevos. Se va el DRS, aparecen los alerones activos, cambia el reparto de potencia y el piloto tendrá que gestionar más cosas que nunca. La pregunta es si todo esto mejora el espectáculo o lo vuelve aún más críptico.
El reglamento 2026 introduce un monoplaza más chico y liviano en el papel, aunque no necesariamente más fácil de entender.
Las cifras oficiales hablan de:
Menor distancia entre ejes
Menor ancho total
Piso más angosto
30 kilos menos de peso mínimo
La intención es clara: autos más ágiles y menos dependientes del efecto suelo, un concepto que regresó en 2022 prometiendo carreras más parejas pero que, en la práctica, nunca resolvió del todo los problemas de seguimiento.
Desde 2026, el downforce vuelve a recaer principalmente en los alerones. Menos piso, más aerodinámica "visible". Un giro interesante... aunque no nuevo.

El punto más llamativo del reglamento es la eliminación del DRS tal como lo conocemos. En su lugar, la FIA introduce un sistema de aerodinámica activa adelante y atrás.
La lógica es simple en el discurso:
Baja carga en rectas
Alta carga en curvas
Menor resistencia al avance
El objetivo declarado es reducir el drag en más de un 40%. En los hechos, se reemplaza una ayuda artificial por otra más sofisticada, con el agregado de que ahora el auto cambia de configuración constantemente según la situación.
No es menos intervención: es intervención más compleja.

Pirelli mantiene las llantas de 18 pulgadas y los cinco compuestos, pero achica los neumáticos:
2,5 cm menos adelante
3 cm menos atrás
También desaparecen las aletas sobre las ruedas delanteras, uno de los tantos elementos que la F1 fue sumando para "ordenar" el flujo de aire... y que ahora decide quitar.
Menos grip mecánico, menos carga total. En teoría, autos más difíciles de llevar al límite. En la práctica, habrá que verlo.
La F1 2026 mantiene el V6 1.6 turbo híbrido, pero cambia el reparto de protagonismo.
Ahora, la potencia total rondará los 1.000 CV, con una división casi 50/50 entre:
Motor térmico
Motor eléctrico
El MGU-K pasa de 120 a 350 kW, mientras que el MGU-H desaparece. Esto simplifica el sistema... pero también elimina uno de los desarrollos tecnológicos más complejos y distintivos de la era híbrida.
La contracara es el uso obligatorio de combustibles sintéticos o sustentables. Un mensaje más político y ambiental que deportivo, aunque con impacto real en la industria.

Para compensar la desaparición del DRS, la FIA introduce dos conceptos nuevos:
Modo Adelantamiento
Modo Boost
En lugar de una zona fija de activación, el piloto ahora gestiona cuándo y cómo usar la energía eléctrica adicional, tanto para atacar como para defenderse.
Esto le devuelve protagonismo al piloto... pero también suma una capa más de gestión en autos que ya parecen una consola con ruedas.
El sobrepaso deja de ser "abrir ala" y pasa a ser una decisión estratégica permanente.

La propia FIA acuñó nuevos términos para explicar el reglamento:
Aeroactivo
Recarga
Modos de despliegue
Nada de esto es especialmente intuitivo para el espectador promedio. Y ahí aparece el problema central: una categoría que se explica cada vez más y se entiende cada vez menos.
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