11 de julio de 2025
Cuando pasás por una estación de servicio, lo más importante no es solo cargar nafta: revisar el nivel de líquido refrigerante es clave para evitar un sobrecalentamiento del motor. Un simple olvido, como dejar mal puesta la tapa o no chequear el nivel, puede llevarte a fundir el motor. Te explicamos por qué, cómo detectarlo y cuándo cambiarlo.
En cada parada en una estación de servicio, muchos conductores aprovechan para inflar las gomas, limpiar el parabrisas o estirar las piernas. Pero hay un chequeo fundamental que muchos pasan por alto: el nivel del líquido refrigerante.
Este fluido es vital para el buen funcionamiento del motor. Si está bajo o el recipiente queda mal cerrado, el riesgo de sobrecalentamiento aumenta y puede llevar a una falla total del motor.
El refrigerante (o anticongelante) mantiene estable la temperatura del motor, tanto en días de calor como de frío extremo. Está diseñado para:
Evitar el sobrecalentamiento del motor
Prevenir la corrosión en las piezas internas
Favorecer la transferencia de calor
Impedir la congelación en invierno
El sistema de refrigeración líquida es común en la mayoría de los autos modernos, por lo que revisarlo periódicamente es esencial.
Ubicá el recipiente: suele estar hecho de plástico semitransparente y lleva un tapón negro o azul.
Chequeá las marcas: tiene indicadores de nivel mínimo y máximo. El líquido debe estar entre ambas.
Revisalo siempre con el motor frío, para evitar quemaduras.
Consultá el manual ante cualquier duda específica de tu modelo.
Si el nivel está por debajo del mínimo, puede haber una fuga en el sistema que necesita atención inmediata.
Aunque cada fabricante tiene su recomendación, se aconseja cambiar el líquido refrigerante cada:
40.000 a 60.000 kilómetros, o
cada dos años
Además, si ves manchas de colores bajo el auto cuando está detenido (verde, azul o rosa), puede ser señal de pérdida.
Las fugas pueden deberse a:
Tapa del recipiente defectuosa: si no mantiene la presión, el líquido se evapora.
Mangueras fisuradas: difíciles de detectar si el motor está caliente.
Problemas internos del motor, como:
Junta de tapa de cilindros dañada
Bomba de agua con fallas
Ingreso del refrigerante en la cámara de combustión
Síntoma típico: humo blanco saliendo del escape.
Se dispara la temperatura del motor
Aparece vapor bajo el capot
Puede haber olores extraños
Se prende la luz del tablero indicando sobrecalentamiento
En este caso, no sigas manejando: apagá el motor, dejalo enfriar y llamá a tu mecánico. Seguir circulando así puede fundir el motor.
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