27 de junio de 2025
Durante los meses más fríos del año, manejar con las manos congeladas puede convertirse en una verdadera tortura. Y aunque muchos optan por prender la calefacción, esto no siempre es lo más conveniente ni eficaz. Te contamos cuál es el truco más práctico y económico para mantener el calor al volante sin gastar más combustible ni empañar los vidrios del auto.
Con la llegada del invierno, uno de los problemas más comunes para los conductores es el mismo de todos los años: el frío en las manos al tomar el volante. Si bien prender la calefacción parece una solución lógica, no siempre es la mejor opción. El consumo de combustible, los sistemas de climatización deficientes o los vidrios empañados hacen que muchos conductores opten por otras alternativas.
Frente a este problema, existe una solución tan sencilla como efectiva: usar guantes térmicos delgados y antideslizantes. Están diseñados con materiales como el forro polar o la lana merino, que permiten conservar el calor corporal sin afectar el control ni la sensibilidad sobre el volante.
Aislación térmica eficiente: mantienen las manos calientes desde el momento en que te subís al auto, sin depender del sistema de climatización.
Buen agarre: su diseño antideslizante asegura firmeza al volante, incluso con maniobras rápidas.
Compatibilidad táctil: muchos modelos permiten el uso de pantallas como la del celular o el sistema multimedia del vehículo, sin tener que quitárselos.
En muchos vehículos, sobre todo los más antiguos, la calefacción no siempre es eficaz. Y aunque en los más nuevos el sistema funcione bien, usarlo de forma constante también tiene sus contras:
Mayor consumo de combustible: aunque no lo parezca, utilizar la calefacción impacta en el gasto de nafta, especialmente si el motor aún no alcanzó su temperatura ideal.
Empañamiento de vidrios: el contraste térmico entre el interior y el exterior del auto puede provocar que los vidrios se empañen más rápido si no hay una correcta ventilación.
Rendimiento irregular: si el sistema de calefacción está sucio o dañado, no calentará lo suficiente y el problema seguirá existiendo.
Si sos de los que sufren el frío en las manos mientras manejás, la solución no siempre está en apretar un botón. Los guantes térmicos son un aliado ideal para el invierno: cómodos, livianos, económicos y funcionales. Te permiten concentrarte en el camino, con seguridad y sin incomodidades.
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