23 de junio de 2025
La marca del óvalo azul presenta su nueva arma para la Pikes Peak International Hill Climb 2025: el Ford Super Mustang Mach-E Electric Demonstrator, un prototipo totalmente eléctrico con más de 1.400 CV y aerodinámica extrema. Conducido por Romain Dumas, el mismo piloto que logró el récord con VW en 2018, este bólido busca romper los 7:57 minutos y posicionarse como el rey de la mítica trepada en Colorado.
Este fin de semana se disputa una nueva edición del Pikes Peak International Hill Climb, la mítica competencia que cada año desafía a marcas y pilotos a conquistar los más de 20 km de subida hasta los 4.302 metros de altura en Colorado, Estados Unidos. Y por tercer año consecutivo, Ford va por todo.
En esta oportunidad, el protagonista es el Super Mustang Mach-E Electric Demonstrator, un vehículo de competición totalmente eléctrico que representa la evolución más radical del SUV que ya conocemos, pero con una preparación extrema pensada exclusivamente para esta exigente trepada.
El objetivo de Ford es claro: batir el récord absoluto de la competencia, vigente desde 2018, cuando Volkswagen ID.R, con Romain Dumas al volante, marcó un tiempo de 7:57.148 minutos. Y casualmente (o no), será el mismo Dumas quien pilotee esta nueva bestia del óvalo.
Se trata de una apuesta estratégica y simbólica: mismo piloto, nueva tecnología, misma ambición. El desafío es enorme, pero las credenciales son más que sólidas.
Este prototipo fue desarrollado como demostrador tecnológico, y aunque conserva algunos rasgos del frontal del Mustang Mach-E de producción, el resto es pura ingeniería de competición. En lugar de parecer un SUV, su silueta trasera remite más a la de un auto de pista, optimizada al máximo para mejorar la aerodinámica.
Motor: 3 motores eléctricos
Potencia combinada: +1.400 CV
Batería: 50 kWh
Sistema eléctrico: 799V
Peso total: 113 kg menos que el prototipo anterior basado en la F-150 Lightning
Downforce: 1.419 kilos a 241 km/h
Este diseño está pensado para compensar la falta de oxígeno típica de los 4.000 metros de altura, donde la densidad del aire es mínima y afecta la carga aerodinámica. De ahí los alerones colosales y un trabajo de precisión en cada milímetro del cuerpo del vehículo.
La Pikes Peak no es cualquier carrera. Consta de 156 curvas, arranca a 2.862 metros sobre el nivel del mar y finaliza a 4.302, lo que no solo exige a los pilotos, sino también a los sistemas eléctricos y aerodinámicos que deben adaptarse a un ambiente con poco oxígeno y variaciones extremas de temperatura y presión.
Para Ford, esta no es solo una carrera, sino un laboratorio de pruebas extremo, donde cada mejora puede trasladarse a futuros desarrollos eléctricos de calle.
Aún no lo sabemos, pero el plan está perfectamente trazado: un vehículo más liviano, más potente, con mejor aerodinámica, y el piloto que ya conoce cómo se logra la cima. Si Ford lo logra, será un golpe de efecto no solo deportivo, sino también de marketing e innovación.
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.
Edición Nº 1828 correspondiente al día 18/07/2025 Domicilio comercial: Av corrientes 1464, Oficina 901, CABA | Tel: 11 31 839 388